Pese a tener boletos para el encuentro, poco más de cinco mil
colombianos se quedaron en el acceso del estadio Monumental de Buenos
Aires sin poder asistir al encuentro válido por la decimotercera jornada
de eliminatorias sudamericanas para el Mundial de Brasil 2014 contra
Argentina.
Víctima de la reventa de entradas, la tribuna Centenario del
Monumental se mostró completa con 7000 hinchas colombianos que alentaron
a su equipo en el empate sin goles contra los argentinos.
Sin embargo, desde una hora previa al inicio del encuentro, la
policía federal local golpeó y empujó a los simpatizantes visitantes que
recorrieron miles de kilómetros y no pudieron asistir al partido.
"Mi madre vendió un departamento para regalarnos junto a mis primos
este viaje y poder ver a nuestra selección. Hemos invertido mucho dinero
y nos vamos a casa con una gran desilusión", relató Carolina con
lágrimas en sus ojos.
Luego de que arribaran cerca de 40 ómnibus con simpatizantes
colombianos, la policía comenzó a realizar chequeos más exhaustivos
sobre las boletas de ingresos de los visitantes y a falta de una hora
cerró las puertas.
Gases lacrimógenos, empujones y golpes fueron algunos de los métodos
que emplearon los agentes de seguridad para dispersar a los colombianos
que pretendían ingresar al estadio Monumental.
"Me siento ultrajada. Nadie nos da una explicación y la policía sólo
nos respondió que acata órdenes", relató Claudia Patricia, con su cara
pintada con los colores azul, amarillo y rojo, y envuelta en una bandera
colombiana.
En tanto, el responsable del operativo de seguridad se limitó a
relatar que había muchos boletos falsificado entre los simpatizantes
colombianos que pretendían ingresar al estadio.
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