En aquel entonces, el Zurdo se desempeñaba como técnico de las divisiones menores del Atlético Nacional. El argentino le consultó su decisión a Oswaldo Zubeldía, timonel del equipo profesional en ese momento, quien le aconsejó que aceptara el ofrecimiento.
Sin embargo, su primera experiencia no fue positiva y solo duró tres meses en el cuadro barranquillero, que terminó ese año bajo la batuta de otro argentino, Vladislao Cap.
El Zurdo ganó prestigio en el fútbol mexicano y siempre tuvo la ilusión de regresar. Esta posibilidad se le presentó a mediados de 1988, año en el que clasificó a Junior al octogonal. Al año siguiente estaba esperando rivales en el cuadrangular final cuando se suspendió el torneo por el asesinato, en Medellín, del árbitro Álvaro Ortega.
Volvió en 1992, pero tuvo un paso fugaz. Los resultados no lo acompañaron y se marchó antes de culminar el primer semestre.
En 1998 regresó para reemplazar a Javier Castell y al año siguiente logró el cupo a la Copa Libertadores por reclasificación.
En 2004 obtuvo la quinta estrella, su máximo logro en Junior, tras superar, por tiros desde el punto penal en la final, al Atlético Nacional. En la Libertadores de 2005 avanzó hasta octavos de final siendo eliminado por Boca Juniors.
En 2006 asumió por sexta vez en reemplazo de Dragan Miranovic. Los resultados fueron nefastos, el equipo no clasificó a los cuadrangulares, pero aún así fue ratificado para el año entrante, quedando nuevamente eliminado.
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