No poder correr al lado de su hija, Valeria, es una de las cosas que
más lamenta Iván Vélez de su lesión en la pierna izquierda. El lateral
vallecaucano se reencontró ayer con sus compañeros de equipo, quienes
los recibieron con mucha alegría y entusiasmo.
Iván sale del camerino con una tímida sonrisa, varios aficionados
detallan las muletas, con las que ahora tendrá que aprender a convivir.
Con ayuda se sube en la parte trasera de su camioneta y con gusto
atiende a los medios de comunicación que están esperando que termine de
acomodarse.
Las palabras de Vélez son de fortaleza, no cabe duda que está
dispuesto a dar todo de sí para recuperarse y volver a estar nuevamente
en las canchas. Es la primera lesión de gravedad en toda su carrera como
futbolista, pero con fe se aferra a Dios para pronto volver a
proyectarse por la banda derecha o izquierda. “Mi hija tiene un año y
cinco meses y me dice cómo te caíste. Ahora no podré jugar con ella, ni
estar corriendo a su lado, pero son circunstancias y pruebas que Dios le
pone en el camino a uno. Con el poder de Dios, en febrero o marzo voy a
estar de nuevo en las canchas porque es lo que más me gusta hacer”,
asegura lleno de optimismo.
Las lágrimas corrieron por su rostro después de observar el mensaje
que le tenían sus compañeros en el pasado juego ante Equidad. Ese gesto
lo agradece, al igual que todos los mensajes de solidaridad que le
enviaron los aficionados del conjunto tiburón. “En Bogotá se me salieron
las lágrimas viendo el juego y bueno son cosas que te quedan en el
recuerdo, esto te fortalece más, te da ganas de salir adelante y Dios
permita que todo vaya de la mano de él. Tengo muchos agradecimientos
para la afición del Junior por sus oraciones, eso ha sido muy bonito”,
agregó el jugador valluno.
Iván comenzó ayer la etapa de fortalecimiento de su pierna derecha y
las palabras que le entregó el médico Carlos Rolong lo llenan de
esperanza para trabajar duro y así volver a las canchas, de las que, por
lo menos, estará seis meses por fuera. “Comencé el fortalecimiento de
la pierna derecha y el abdomen. Lo normal en este tipo de lesiones, por
lo que me han dicho, es de seis a ocho meses. Uno se prepara para estar
en el menor tiempo posible, pero para eso están los médicos, nosotros
tenemos un don maravilloso que es jugar al fútbol y ellos tienen el don
de curar a la gente y hay que acatarse a lo que ellos piden”, agregó el
defensa rojiblanco.
Vélez no solo hace fuerza para recuperarse, sino para que a sus
compañeros les vaya bien en el juego de mañana ante el Independiente
Medellín y así tener la posibilidad de seguir luchando por la
clasificación a los cuadrangulares semifinales. “Tenemos una opción
remota, la última imagen es lo que queda y ojalá que los muchachos
puedan tener un buen partido”, sentenció. Iván Vélez no se rinde y
luchará por volver a estar pronto en las canchas.
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